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Deporte y salud

¿Cuáles son los beneficios de practicar ejercicio?

27 abril 2020

Numerosos estudios avalan los beneficios de practicar ejercicio de forma regular, algo especialmente importante en estos tiempos en los que nuestro modelo de vida muchas veces nos lleva a no cuidarnos demasiado. La falta de tiempo, la vida sedentaria, el estrés y el aumento de la esperanza de vida, y por tanto, el envejecimiento de la población, son factores determinantes que inciden en nuestra calidad de vida.

¿Por qué es importante hacer ejercicio regularmente?

El ejercicio regular nos ayuda a mejorar y mantener nuestra salud y a prevenir lesiones. Además, no solo nos aportará beneficios a nivel físico, sino que también es una excelente herramienta para mejorar nuestro rendimiento cognitivo y nuestra salud emocional.

Es fundamental que la actividad física que realicemos sea adaptada a nuestras capacidades, ya que el exceso de intensidad podría aumentar el riesgo de lesiones.

Por otra parte, realizarlo de forma habitual, es lo que nos va a ayudar a integrar esos beneficios que aporta el ejercicio.

Beneficios de practicar ejercicio para el cuerpo

Controla el peso

El ejercicio regular es el aliado perfecto contra la obesidad. Junto a una dieta saludable, nos ayudará a equilibrar nuestros niveles de consumo y gasto energético, favoreciendo el mantenimiento de un peso adecuado para nosotros.

Reduce el riesgo de enfermedades

Numerosas enfermedades se asocian a la falta de movimiento y al sedentarismo. Realizar actividad física de forma habitual contribuye a disminuir la presión arterial o el colesterol, a prevenir accidentes cerebrovasculares, artritis, diabetes, o a mejorar el equilibrio y prevenir caídas, entre otros.

Fortalece los músculos y huesos

El movimiento asociado al ejercicio mantendrá activos nuestros músculos, mejorando nuestra capacidad y rendimiento, evitando contracturas, disminuyendo la pérdida de densidad ósea relacionada con la edad, y protegiendo nuestra columna y articulaciones.

Mejora el equilibrio y la coordinación

El fortalecimiento de huesos y músculos favorece la estabilidad de nuestra columna y articulaciones, lo que incidirá en el control del equilibrio y nos ayudará a mejorar nuestra coordinación.

Beneficios de practicar ejercicio para la mente

Mejora del estado de ánimo

La práctica de actividad física produce una serie de sustancias químicas en nuestro organismo, como las endorfinas, que previenen la depresión, y aumentan la sensación de felicidad. En general, el ejercicio también nos aporta independencia y empoderamiento, haciéndonos sentir mejor con nosotros mismos y aumentando la autoestima.

Reduce el estrés y la ansiedad

Tanto a nivel orgánico como cognitivo, la práctica regular de actividad física favorece la disminución del estrés y la ansiedad, equilibrando nuestros niveles de energía y facilitando la relajación en los periodos de descanso.

Mejora la concentración y la memoria

Incide positivamente en los procesos de aprendizaje y memoria, favoreciendo a su vez la conducta social. Estudios recientes relacionan el ejercicio con la creación de nuevas neuronas a cualquier edad, proceso conocido como neurogénesis.

Beneficia la calidad del sueño

La salud musculoesquelética, la disminución del estrés y la ansiedad, y el balance energético de la práctica deportiva regular, contribuyen a mejorar la calidad del sueño.

¿Cómo incluyo la actividad física en mi rutina?

El ejercicio regular es muy importante para la salud, pero igual de importante es realizarlo de forma adecuada, ya que de lo contrario puede aumentar el riesgo de lesiones o enfermedades asociadas al deporte. Si no tenemos conocimientos básicos o avanzados sobre actividad física y salud, es imprescindible apoyarnos en un especialista que nos guíe en la creación de rutinas saludables.

Existen diferentes profesionales que nos pueden orientar en todos los campos que abarca la salud, como contar con un entrenador personal que nos enseñe ejercicios, un fisioterapeuta que los adapte a nuestras capacidades y limitaciones de forma adecuada, un nutricionista que ajuste nuestra alimentación para mejorar el rendimiento, o un psicólogo deportivo que nos enseñe estrategias para mantener la motivación y fortalecer la voluntad.

Cualquier rutina deportiva tiene que tener en cuenta unas nociones básicas:

Adaptada a nuestras capacidades

Factores como la edad, la condición física, las enfermedades asociadas u otras más circunstanciales como la disponibilidad horaria o los gustos personales, tendrán que considerarse a la hora de elaborar un plan de actividad física personalizado.

Avance progresivo

Aunque tengamos una buena salud, seamos jóvenes o no padezcamos ninguna enfermedad, es importante que la rutina sea progresiva en cantidad e intensidad de la demanda física. Someter nuestro cuerpo a entrenamientos demasiado fuertes o largos, cuando no estamos preparados, puede aumentar el riesgo de lesión o disminuir nuestra motivación.

Con objetivos realistas

Plantearnos el reto de crear un nuevo hábito en nuestras vidas, que normalmente son estresantes y ajetreadas, muchas veces requiere modificar horarios o tener en cuenta nuevas consideraciones, y esto puede llegar a trastocar en gran medida nuestras costumbres. Para lograr que la práctica deportiva dure en el tiempo y se integre en nuestra rutina diaria, deberá desarrollarse a través de retos realistas, que seamos capaces de alcanzar y, sobre todo, de mantener.

Correcta realización

Llevar a cabo ejercicios o deportes sin una correcta preparación y ejecución, aumenta considerablemente el riesgo de lesiones, lo que muchas veces lleva a la disminución o supresión de la actividad física. Es importante realizar los ejercicios, movimientos y descansos de forma adecuada, recurriendo a un entrenador o fisioterapeuta si tenemos dudas en su correcto desarrollo.

Crea una rutina motivadora

Es importante que nos preguntemos, antes de plantearnos un reto deportivo, cuáles son nuestros objetivos, nuestra disponibilidad y nuestros gustos. Estas preguntas son fundamentales para crear un hábito duradero y saludable. Deberemos decidir si preferimos trabajar en equipo o en solitario, que nos guíe un entrenador o ser independientes, realizar actividades en exterior, en la naturaleza, en gimnasio o en el agua, etc. Hoy en día tenemos a nuestro alcance numerosas alternativas para incluir actividades físicas, y encontrar aquellas que nos gusten garantizando su mantenimiento en el tiempo y disfrutando de los beneficios de practicar ejercicio en nuestra vida.

Por otro lado, deberemos escoger también aquellas modalidades que encajen en nuestro horario y que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos.

Movimiento integrado en las AVD

Las Actividades de la Vida Diaria engloban desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche. En todo ese tiempo, aparte de dedicar unas horas determinadas a la práctica deportiva, también podemos integrar la actividad física en nuestra vida sin apenas darnos cuenta. Cambiar pequeñas costumbres como subir por las escaleras en vez de por el ascensor, hacer los trayectos cortos andando en vez de en coche o autobús, realizar nuestras tareas en el momento en vez de posponerlas, y otras muchas simples acciones que impliquen aumentar el tiempo que nuestro cuerpo está en movimiento, ayudará a crear una rutina de actividad física en nuestras vidas.

Recuerda que el movimiento tiene un incalculable valor para el mantenimiento y la mejora de tu salud, y que hoy en día podemos mantenernos activos de infinitas maneras. Dedicar tiempo a nuestro cuidado es invertir en calidad de vida.

Paula Aranda – Fisioterapeuta
N.º COLEGIADA 2385